Viernes Criticón: Una Cuestión de Tiempo

Últimamente, y como muchos de vosotros estaréis hartos de que os cuente, me ha dado por dedicar una gran parte de mi tiempo a los productos televisivos británicos y, en plena saturación seriéfila anglosajona, pensé que por qué no dar una oportunidad – en la mejor compañía – a la película británica (qué raro) Una Cuestión de Tiempo, lo nuevo de Richard Curtis: ese genio que una vez nos trajo una de las cintas navideñas más famosas de la última década.

Así que, imprimí mi justificante de La Fiesta del Cine, hice una cola de 50 minutazos, y me adentré en la sala mientras el trailer de la recientemente estrenada Don Jon estaba siendo proyectado (ojo: suelo estar en la sala 15 minutos antes de que empiecen los trailers, pero en la fiesta del cine hordas de zombies acinéfilos que mastican con la boca abierta, se llevan patatas fritas marca Lays al cine, que cenan, recenan y toman el té con pastas en plena proyección, decidieron acudir a MI cine y estropear MIS sesiones cinéfilas). Ugh.

Como dijo Manuel Piñón: “Volveré al cine cuando sea caro”.

● Año: 2013

● Director: Richard Curtis

● Cast: Domhnail Gleeson, Bill Nighy, Rachel McAdams, Tom Hollander, Margot Robbie…

● Música: Nick Laird-Clowes

● Duración: 123min.

Una Cuestión de Tiempo no es lo que parece. Tal y como el trailer nos la plantea, esta nueva cinta del creador de las famosísimas Love Actually, Notting Hill, Cuatro Bodas y Un Funeral, y escritor de la fantástica El Diario de Bridget Jones, parece que va a ser una comedia romántica más con un encanto británico especial justificado por esa innovadora chispa temática: el protagonista puede viajar en el tiempo.

Ante esta premisa, muchas chicas en plena adolescencia y florecimiento hormonal, con múltiples expectativas románticas y una cantidad de abofeteable – y rosada - tontería, se relamerán en las colas del cine pensando que van a presenciar un romance perfecto (y por “perfecto” me refiero a todo tipo de cosas menos a “perfecto” por el dudoso criterio que una mayoría de las mujeres tienen sobre estos filmes). Compruébenlo ustedes mismos.

Las adolescentes hormonadas, o las mujeres sedientas de extravagantes niveles de glucosa, no saben lo muchísimo que se equivocan con Una Cuestión de Tiempo. Y es que, esta película no es una comedia romántica, es mucho más que eso. Richard Curtis nos ofrece la historia de una vida, una vida tremendamente alucinante por el evidente componente de ficción que tiene y, al mismo tiempo, extremadamente ordinaria, verdadera y familiar.

Sí, señores: familiar. Esta historia gira sobre el eje de la familia, sobre cómo se forma, cómo se sostiene, los lazos que unen a los miembros de la misma, y sobre lo difícil que es enfrentarse a los problemas que ese reducido – y queridísimo - núcleo de personas puede originar. 

Esta película es la historia de todo marido y mujer, de todo padre e hijo y de todo hermano y hermana. No es una comedia romántica sobre el amor verdadero que las adolescentes hormonadas buscan, es una comedia británica sobre el amor verdadero que toda persona humana necesita y busca a lo largo de toda su vida.

Sin embargo, Una Cuestión de Tiempo tiene un fallo que, a pesar de ser mínimo, repercute mucho sobre sí misma: es demasiado larga. Quizás penséis que dos horas de metraje tampoco son tanto (y, efectivamente, no lo son), pero en este tipo de películas, si estiras demasiado el chicle se nota bastante. Si a eso le añades que hay secuencias que funcionan menos de lo normal y que parecen que están metidas a calzador sólo para que el genial Bill Nighy haga más acto de presencia, entonces el tercer acto del filme se le puede hacer un poco cuesta arriba a más de uno.

A mí, personalmente, me dio bastante igual porque el objetivo del filme - delatado en el trailer gracias a esos oportunos “It’s about love. It’s about life. It’s about time” – se cumple con creces. Aunque, bueno, tengo sólo 23 años... Cuando sea más mayor, y por ello tenga más "criterio vital", la volveré a ver y os diré si de verdad es tan genial.

●Te gustará si: quieres ver una comedia romántica distinta, con un mensaje familiar que desborda.

● No te gustará si: crees que vas a ver una comedia romántica parecida a esas de Ashton Kutcher, Katherine Heigl o Jennifer Anniston.

Jerry