The Lovely Bones es una de esas películas que fueron machacadas por la crítica (32% en Rotten Tomatoes) pero que yo considero, partiendo de mi más humilde y subjetivo punto de vista, una fantástica película cargada de emociones, de soberbias escenas (consideradas por muchos kitsch), de actuaciones admirables y de un guión, además de intensísimo, tremendamente dramático, entristecedor y, paradójicamente, capaz de generar la más absoluta alegría en el espectador.
Yo, allá por el año 2009, acudí al cine a ver esta película sólo porque su trailer me pareció magnífico y porque, cómo no, Peter Jackson se había sentado en la silla del director. Cuando llegué a casa, maravillado por la obra maestra que acababa de ver, les comenté a mis padres que no podían perderse este nuevo estreno. Sin embargo, y para mi más absoluta sorpresa, ellos me dijeron que un conocido suyo estuvo a punto de levantarse de la butaca del cine en plena proyección.
Y no lo entiendo. No lo entiendo porque The Lovely Bones es la tremenda historia del duelo de una familia por la muerte de su pequeña y de cómo la fallecida es incapaz de dar un paso al frente y adentrarse en el cielo para, así, poder descansar en paz.
Mis padres al final la vieron y, ahora, The Lovely Bones es una de las películas favoritas de mi madre.
Jerry
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