Todos los lunes, sea como sea,
voy al cine. Algunas veces la película en cuestión la tengo pensada desde hace
días, otras veces dejo que mi(s) acompañante(s) escoja(n) por mí… y, en muy
pocas ocasiones, me planto en el cine a una hora determinada y, ahí mismo,
decido lo que voy a ver.
Eso mismo he hecho esta
semana. Tenía en mente varias películas y mi querida acompañante se negaba en
rotundo a decidir (yo creo que le daba miedo escoger justo la que menos me
apeteciese [me enorgullece poder provocar ese tipo de efecto sobre cierta gente]), por lo que tuve que ser yo quien tomase la iniciativa. No me
apetecía un rábano ver la probablemente nefasta Jobs, la polémica El Llanero
Solitario era muy larga y La Espuma
de los Días me parecía una apuesta arriesgada. Por ello, opté por la
extraña y - en cierto modo - desconocida Kon-Tiki.
● Año: 2012
● Director: Joachim Ronning, Espen Sandberg
● Cast:
P. S. Valheim Hagen, A. Baasmo Christiansen, O. M. Williamson, J. Oftebro, T. Santelmann...
●
Música:
Johan Söderqvist
●
Nominaciones a los Óscar: Mejor Película de Habla No Inglesa
(Nominada)
●
Duración:
118min.
Esta película, basada en
hechos reales, cuenta la historia de Thor Heyerdahl, un explorador intrépido
con unos añitos más que el adorable – y pixariano
– Russel, que decide emprender una aventura por el Océano Pacífico para probar
una teoría que llevaba construyendo en su cabeza desde hacía mucho tiempo.
Este noruego, acompañado por
cuatro hombres más, se atrevió a desafiar los límites de la cordura al
construir una balsa imitando las técnicas tribales de los antiguos habitantes
de la Isla de Pascua para, posteriormente, capitanearla y llegar desde Perú
hasta la Polinesia en un viaje de, aproximadamente, 4300 millas náuticas y 100
días de duración, por el más salvaje océano. Unos lo llamarían valor ilimitado.
Yo lo llamo ambiciosa locura.
Aunque esta película pueda ser
comparada con La Vida de Pi por
razones que todos podemos apreciar, Kon-Tiki
es tan sumamente diferente, que la comparación, una vez se ha visto esta
producción noruega, se delata como absurda. Y es que, a pesar de que la gran
mayoría de la trama se centre en una balsa rodeada por un hostil y espectacular
océano, las tramas de las dos cintas difieren de forma impresionante.
Sí es verdad que tanto una
como otra inciden en la esperanza, en la lucha ante la adversidad y, en
definitiva, la supervivencia. Pero La
Vida de Pi tenía un mensaje puramente espiritual, y Kon-Tiki podríamos decir que, simplemente, quiere enseñar al mundo
una historia real espectacular en la que un joven inconsciente se empeña en
demostrar al “conocimiento” de la época que incluso los más sabios
historiadores pueden equivocarse. Porque, según los libros de la época, los
habitantes de la Isla de Pascua venían de Asia y, sin embargo, Thor quería
probar que no, que esa tribu primitiva de la Polinesia en realidad llegó desde
Perú gracias a su fascinante concepción de las aguas saladas de la Tierra como
un medio de comunicación y no como una barrera.
Mostrándonos, con un
presupuesto masivamente inferior al de La
Vida de Pi, un océano igual de vivo que el del cuento hindú, los directores
noruegos establecen de forma magistral una visualmente preciosa puesta en
escena (ojo: ese comentario está escrito como si la cinta de Ang Lee no
existiese) para posteriormente introducir la narración - para nada frenética
pero totalmente cautivadora – de una de las hazañas más disparatadas que la
especie humana ha protagonizado a lo largo de los siglos.
Y así, en un baratísimo océano
y contando una trepidante odisea post segunda guerra mundial, cinco actores resultones
son abandonados a su suerte en un satisfactoriamente plasmado ecosistema
infestado de peligrosas tormentas, rumbos perdidos, ataques de tiburones y
criaturas fascinantes, con el único amparo de una inestable balsa que navega con
ritmo pausado, y siguiendo las notas musicales de una inesperadamente
impresionante BSO, hacia una Polinesia en la que debería desaparecer ese necio
y egoísta tigre sediento de hacer comparaciones, criticar y no apreciar la inmensa
diferencia entre los cuentos noruego e hindú.
●Te
gustará si:
disfrutas de películas de aventuras de gran calidad basadas en hechos reales,
con bonitas escenas, efectos especiales más que destacables y una banda sonora
sorprendentemente eficaz.
●
No te gustará si:
eres un acérrimo defensor de La Vida de
Pi y osas comparar esa película con esta.
Jerry
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