martes, 19 de marzo de 2013

Martes Criticón: Crash


Hace unas semanas, me desperté a las siete de la mañana y fui a la cocina a desayunar. Como de costumbre, empecé a engullir una pieza de fruta mientras echaba una hojeada a todos esos tweets provenientes del otro lado del charco que, durante el tiempo que yo dormía, habían estado saturando la red.

Fue en ese momento, al ver los premiados a los Óscar, cuando – debido a que, un año más, el sabor de boca que me dejaron fue absolutamente agridulce - se me ocurrió la idea de hacer un Ciclo Óscar en Malditas Críticas de Cine. Así que decidí informarme más a fondo de estos premios y deleitar a mis lectores con un ciclo de películas oscarizadas.

Ante esto, tenía que pensar qué películas iba a someter a crítica y, aunque no tuviese ni idea de cuáles formarían parte de este selecto grupo, lo que sí que tenía claro es que iba a empezar por Crash; un filme americano que me parece excepcional.

● Año: 2004
● Director: Paul Haggis
● Cast: Sandra Bullock, Brendan Fraser, Matt Dillon, Don Cheadle, Ryan Phillippe, Thandie Newton, Jennifer Esposito…
● Música: Mark Isham
● Nominaciones a los Óscar: Mejor Película (Ganadora), Mejor Montaje (Ganadora), Mejor Guión Original (Ganadora), Mejor Directo (Nominado), Mejor Actor Secundario (Matt Dillon), Mejor Canción (Nominada),
● Duración: 112min.


La trama de Crash gira en torno a la pandemia de racismo tan prevalente en Estados Unidos tras los atentados del 11 Septiembre. En este contexto, Paul Haggis (a quien ya conocemos por el guión de Million Dollar Baby y Cartas desde Iwo Jima) nos introduce en las historias de muchísimos personajes cuyas vidas, guiadas por el miedo, la hostilidad y la xenofobia, comienzan a entrecruzarse hasta desencadenar una terrible colisión.

A pesar de que estas historias estén centradas en Los Angeles – una ciudad con una amplia diversidad racial (como casi toda  ciudad estadounidense hoy en día) – Crash es una más que evidente llamada de atención – por no decir “denuncia” - hacia la población mundial para que abramos los ojos y nos demos cuenta de que tarde o temprano tendremos que asumir que vivimos en una sociedad multicultural y plenamente globalizada.


Dejando atrás las posibles connotaciones morales que fueron introducidas en ella, Crash también brilla por su guión. No sólo deberíamos valorar el hecho de que Haggis escribiese todas estas historias de forma puramente original, sino que las conexiones que hay de una a otra, y esos cruces entre personajes tan sumamente estudiados y meditados, son un claro ejemplo de cómo deben hacerse las cosas en Hollywood. Haggis ofrece, a un público totalmente ajeno a la industria, una lección de cómo películas extremadamente complejas pueden ser llevadas a la gran pantalla sin ningún problema, siempre y cuando las cosas se hagan bien.

Y aquí es donde entra uno de los factores en los que más me fijo últimamente a la hora de ver una película: el montaje. Crash también es un vivo ejemplo de cómo el montaje de un producto cinematográfico debe ser reconocido como el responsable de que un guión brillante sea presentado al público de forma coherente, ordenada y atractiva.

Merecidísimos Óscar los dos.


Como siempre, y aunque últimamente me esté fijando en aspectos más técnicos de las películas, Crash es un filme que para mí es perfecto debido a la profundidad de sus historias, a la cruda realidad que refleja y a esas imperiosas ganas de llorar que suscita. Es una película que, a partir de cierto punto temático, no dejará a nadie indiferente por unas escenas excelentemente dirigidas, terriblemente humanas y con un componente dramático que desborda, hunde y te sume en un estado de ansiedad casi de mal gusto.

Y es que cuando uno ve Crash, uno ha de saber que no lo va a pasar bien. Uno debe saber que a esta película no se entra con un cartón de palomitas y un refresco, sino con una buena compañía a la que aferrarse y un paquete de pañuelos sobre el que descargar lágrimas.

Paul Haggis se coronó con este grito al cielo de desesperanza que intenta enseñarnos una lección y que, sin embargo, es totalmente escéptico a que algo cambie de forma destacable en nuestra sociedad… Porque las personas podemos llegar a ser crueles y despiadadas, frías y egoístas, y extremadamente inhumanas cuando alguien diferente se cruza en nuestro camino.

Y algún día, colisionaremos unos con otros.

●Te gustará si: disfrutas de un drama de extrema calidad, o si las películas de vidas que se entrecruzan te apasionan.

● No te gustará si: el racismo y la exclusión social no son tus temáticas favoritas o si, simplemente, no quieres ver un filme que puede llegar a ser devastador.

Nota relativa al "Ciclo Óscar": Crash se llevó tres Premios de la Academia a Mejor Película, Mejor Montaje y Mejor Guión Original.

Jerry

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